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Acerca de mi...

Me gradué de Contador Público en Venezuela en el año 2009 (Ya sabes, cuando te toca estudiar lo que hay porque no tienes un promedio académico alto o porque no tienes los suficientes recursos para pagar una institución privada). Sin embargo todo tiene siempre su lado positivo: En este mundo universitario conocí a personas excelentes que me acompañaron durante 5 años y de las cuales aún conservo vínculos sólidos, me enamore de la carrera y logre obtener muy buen índice académico (cosa que creí era imposible, me faltaron dos décimas para ser cum Laude, me lleve una gran satisfacción), y lo más gratificante de esta carrera fue desarrollar habilidades de organización, liderazgo, comunicación, administración, trabajo en equipo, innovación y todo lo que se relaciona con el mundo empresarial que hoy en día aun aplico para mí y mi entorno. Me conecto con el dicho de que "La universidad te prepara para la vida".

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Después de salir de allí solo tenía en mi mano un título y ganas de comerme al mundo y me conseguí la primera limitante: un mercado lleno de profesionales en mi área lo cual lo hacía sumamente competitivo, para mi primer empleo me pedían entre 2 y 3 años de experiencia (¿De dónde saca esa experiencia un profesional recién graduado?). Gracias a Dios conseguí una oportunidad laboral acorde a mi experiencia: administrar una pequeña distribuidora de gas. En este lugar comprendí muchas cosas, comencé a desarrollar el anhelo de emprender y me enamoré por completo del mundo empresarial y de las relaciones que se construyen con los trabajadores. Después de dos años de estar allí y con muchas cosas que agradecer, tuve una conversación con mi mama para informarle que iba a dejar mi empleo para emprender, a lo que mi mama respondió: ¡ESTAS LOCA!.


En ese momento tenía 24 años, adrenalina y muchas ideas en mi mente. Inicie con una sociedad en una empresa de servicios (Contables y de Seguridad Industrial). Comenzaron a llegar las buenas noticias con nuevos clientes y me conseguí la primera barrera: todos los servicios que llegaban eran para el tema de prevención, para lo cual no estaba preparada (solo tenía en mi mano un título de contador público). De esta forma comencé a involucrarme con el mundo de la seguridad y salud en el trabajo y vino lo que en coaching decimos "un quiebre": ¿Como ejercer algo por lo que comencé a desarrollar pasión, pero para lo que no tenía estudios ni certificaciones? Afortunadamente en Venezuela no necesitas tener un título universitario en SST sino experiencia, horas de estudio con aval en SST (que pueden ser cursos, diplomados, certificaciones, etc.), un título profesional y muchas ganas de hacerlo con responsabilidad, y fue aquí cuando comencé a involucrarme en el mundo de la SST, me especialice en Gerencia, Talento Humano y Prevención de Riesgos Laborales, profesión que me llevo a cumplir mi sueño en Venezuela: vivir de mi emprendimiento.

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Luego de dos años de esta sociedad y gracias a un error que me costó caro, en el año 2014 inicie mi emprendimiento y marca propia: SOGILCA. Con el propósito claro de brindar asesoría, consultaría y educación a las empresas venezolanas en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo a nivel nacional.

​Durante mucho tiempo mi principal objetivo se centró en “PROMOVER LA SEGURIDAD” en las empresas, logrando así que la actividad laboral productiva fuera más allá de lo que representaba monetariamente y se creara un sentido humano, velando por la seguridad, la salud y la vida en el trabajo de cada ser humano involucrado. Gran parte de mi éxito fue posible gracias a la pasión, amor, liderazgo y deseo de impulsar mi proyecto y de ayudar a las personas a mantenerse sanas y seguras en sus puestos de trabajo y al mismo tiempo brindarle la seguridad a los patronos y empleadores, de que sus empresas estaban 100% protegidas, seguras y legales en el cumplimiento de la ley.

​SOGILCA en Venezuela camino muy bien hasta que se enfrentó a la cruda realidad de la cual fue difícil escapar sana y salva: la crisis. Muchos de mis clientes comenzaron a cerrar sus puertas, a reducir presupuestos y fue aquí en donde mi servicio ya no tenía lugar, comenzó a ser innecesario para muchos y llego el momento de tomar otra decisión, la más dura de mi vida: ¡EMIGRAR! otra vez mi mamá respondió: ¡ESTAS LOCA!

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En el 2017 partí a la ciudad de Bogotá, Colombia, con una maleta llena de expectativas, miedo, incertidumbre y la sensación de fracaso que me dominaba por completo. No tenía idea de que podía hacer allí, cuando ya había transitado un camino de emprendimiento, logros, objetivos y satisfacción. Al mes de estar en Bogotá llego mi primer empleo, el cual parecía increíble. Alguien que seguía mi trabajo de SOGILCA en Venezuela a través de las redes sociales, me contacto para ofrecerme la oportunidad de llevar adelante un proyecto de Seguridad y Salud en el Trabajo enfocado a la instalación y certificación de puntos de anclaje para trabajo seguro en alturas. Este hasta ahora ha sido mi mejor empleo en Colombia: manejaba mi propio tiempo y tenía un ingreso mucho más alto al salario mínimo. En este empleo dure 3 meses, luego por razones ajenas a nuestra voluntad, se terminaron los proyectos, fue un camino que me brindo nuevos aprendizajes y en el que conocí personas maravillosas de los cuales hoy conservo una amistad muy valiosa.

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Luego de esto llego enero del 2018 y llego a mí el miedo más grande ¿Ahora sí que iba a hacer en ese lugar? Todavía amarrada a la idea del emprendimiento, comencé a vender café y empanadas todas las tardes por la cuadra donde vivía, a unas fábricas y vecinos cercanos, salía con una cava y un termo de café y lo que reunía de dinero me alcanzaba para pagar arriendo y comida (arriendo de una habitación).

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Así dure unas semanas y luego aun con la mentalidad del emprendimiento me dio por comprarme un carrito de comida rápida con los pocos ahorros que aún tenía guardados, busque un lugar y allí comencé a vender empanadas, choripanes, café, gaseosas, etc. Puedo decirte que con este mini negocio dure 1 mes, los ingresos comenzaron a disminuir porque debía pagar para poder estar allí con el carrito, lo que me obligo a iniciar la búsqueda de un empleo fijo: vendedora de accesorios de telefonía celular ¿Qué tan difícil podría ser?.

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Me involucré en un mundo de altas y bajas, de aprender nuevas culturas y formas de trabajo, era aquí cuando realmente comenzaba a conocer la cultura colombiana y las rutinas a las que tanto les huí en Venezuela. Al tiempo comencé a desarrollar una especie de frustración y estrés, por querer hacer lo que me gustaba hacer y tener las puertas cerradas: no era posible ejercer la seguridad y salud en el trabajo sin una licencia profesional expedida en Colombia.

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Si pudiera describir lo que sentía con una frase seria: “Querer volar y no tener alas”. Pero como siempre hay un lado positivo, aprendí un montón acerca de la tecnología y me dediqué a vender con muchas ganas, a hacer lo mejor que podía hacer en ese lugar a pesar de no hacer lo que me gusta, también conocí personas muy valiosas que me brindaron apoyo y crecimiento personal. Emprendí una búsqueda continua de transformación, cambio y crecimiento personal a través de la lectura y la autoeducación a través de audios y videos de crecimiento personal. Y justo aquí identifique la necesidad de diseñar un nuevo enfoque en mi carrera, en diseñar mi SER y construir mi mejor versión, así fue como me inicie en el mundo del coaching. Conseguí una oportunidad que tome con un montón de miedo y sin saber cómo la iba a pagar (ya que cuando recién emigras tu economía es un poco confusa, difícil e incierta): Tome mi carrera de coaching.

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Las razones fueron dos: crecer, sanar y fortalecerme de forma muy personal (por allá en el 2015 había realizado sesiones con una coach en Venezuela, la cual me ayudo a salir de una situación bastante compleja), y la segunda para darle un giro a mi carrera profesional (todavía en este punto seguía mirando hacia atrás, hacia lo que fui, tuve e hice en Venezuela con SOGILCA).

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Así comenzó mi mejor versión, implementando el coaching como disciplina y estilo de vida para diseñar mi realidad ideal. Es lo más difícil que he hecho, enfrentarme a mis miedos, inseguridades, debilidades, tener que darle la cara a esa parte incomoda de ti de la que siempre le has dado la espalda y en una de mis lecciones me di cuenta de algo: Durante toda mi etapa de emprendimiento en Venezuela, estuve completamente vacía en mi interior, con mis emociones y aprendizajes desde mi SER. Si, tenía un montón de cursos y diplomados en mi cerebro y hacia todos los días cosas que me daban resultado, pero fue duro darme cuenta que estuve totalmente vacía por dentro. Que lo que desde el coaching ontológico llamados los dominios del SER (Lenguaje, cuerpo y emociones), estaban vacíos. Con razón tanta incertidumbre y miedo, inseguridad al salir de mi zona de confort. Entendí que mi miedo al emigrar no era ¿Qué iba a hacer en Bogotá? Sino ¿Quién iba a ser? No le tenia miedo a mi entorno, sino a todo lo que estaba sintiendo dentro de mi y que por ego y soberbia pretendía callar al pensar que podría con todo sin ayuda.

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¡Todavía no es el final de la historia! Aquí viene la parte más inclinada de la montaña, esa en la que ya no tienes fuerzas ni ganas para seguir subiendo.

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Luego de cumplir 5 meses en la carrera, exactamente por allá en marzo del año 2019. Me llego el trabajo que había diseñado en mi mente desde que emigre: ser supervisora de seguridad y salud en el trabajo en una obra de construcción, en un proyecto de una de las constructoras más grandes del país, por fin, luego de casi dos años iba a colocarme de nuevo mi casco y las botas de seguridad. En ese momento me llene de mucho miedo e incertidumbre, ya que aunque el trabajo de ventas no era el mejor, era el lugar que me había dado estabilidad económica durante 1 año y salir de zona de confort nuevamente me hacía dudar, como dejar de lado que en el nuevo trabajo mi salario iba a ser menor que el de ventas y quedaba  a una hora de Bogotá (en mi cabeza solo tenía una lucha de pensamientos y emociones donde por una lado me llenaba de ánimo diciendo vamos que si vas a poder, con el salario bajo vives, es tu oportunidad y por el otro el ego susurrando a mi oído “después de tanto soñar con este día, ¿lo vas a dudar?”). Bueno, aquí todo fue muy rápido, con mucha gratitud cerré el ciclo en mi trabajo de ventas y en una semana ya estaba en la obra.

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Me aceptaron con todos mis documentos y certificaciones de Venezuela y confiaron en mi experiencia. Comencé un 7 de marzo, nunca lo voy a olvidar, llegue como cuando llegabas emocionada a tu primer día de clases con todos tus útiles nuevos. Dudas, incertidumbre, ansiedad, felicidad, alegría, todas las emociones que te puedas imaginar ahí revueltas.

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Fue un reto super grande, los trabajadores de la construcción son personas que están acostumbrados a trabajar con lo que sea y si conoces el mundo de la SST debes saber lo difícil que es transmitir visión de prevención y crear cultura, necesitas mucha inteligencia emocional y liderazgo. Luego de un mes ya estaba adaptada a los procesos de la obra, salía de casa a las 4:30am para llegar a obra a las 6:00am y había días en los que eran las 8:00pm y yo aun estaba en proceso de fundida de placa ya que todas las tareas que se realizaran requerían mi presencia. Lo disfrute un montón, no me importaba llegar cansada a casa para repetir al día siguiente porque amaba mi rol en ese lugar.

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En esta rutina pude aguantar solo 3 meses, me afecto la salud tanto fisica como emocional y tome la decisión de renunciar.

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Sin trabajo nuevamente, y con todas las responsabilidades encima: arriendo, carrera de coaching, alimentación y transporte. ¿Qué hacía? Estaba en un lugar que ya no soportaba por el estilo de la ciudad, el clima que me sofocaba (si no sabes, a Bogotá le dicen “la nevera”, es una ciudad sumamente helada a cualquier hora del día) y caminando en círculos. Sentía que ya lo había intentado todo en ese lugar y era la hora de moverme. Aquí nuevamente mi mama respondió: “¿Hasta cuándo? ¡Estas Loca!”. Jajaja, Mamá TE AMO.

Después de haber vivido tantas cosas, comenzar desde cero era lo que menos me importaba, yo solo sentía la necesidad de moverme de sitio, de elegir lo que quería vivir y de buscar mi equilibrio. Cuando conoces el Coaching, entiendes que solo tu eres dueña de tus decisiones y resultados.

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En Julio del 2019 tome otra dura decisión, vender todas mis cosas en Bogotá y mudarme a la ciudad de la eterna primavera: MEDELLIN. Aquí llegue como llegue a Colombia en el 2017, solo con mi maleta cargada de sueños, pero esta vez con la seguridad plena de que todo iba a salir bien. Sentía miedo, ya sabía que no sería fácil, pero estaba en paz por la nueva versión de mí que estaba construyendo, ya conocía la cultura colombiana, tenia papeles, y sabia como desenvolverme y tocar nuevas puertas. Si puedo definir esta etapa, en una palabra, seria: CONFIANZA, ¡Si! Confianza con miedo, ¿Sabías que al miedo no lo puedes eliminar de tu vida? (Para esto debes ver mi curso: ¿Quién te hablo de miedo? Pero bueno, este es otro tema).

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Fue aquí cuando encontré a Brinco Formación, una comunidad de educación Streaming que reclutaba personas para colaborar con sus contenidos. Decidí postularme sin saber como iba a grabar los contenidos, ya que mis miedos estaban ahí y tampoco tenía las herramientas tecnológicas para hacerlo, pero a pesar de eso me uní con la convicción de que seria un complemento de crecimiento personal y enfoque de mi carrera como coach. Brinco Formación significo agarrar a mis miedos por los pelos “hablando muy venezolano” y decirles: ¡Ustedes no me paralizan nunca más!, convertí a mis miedos en mis aliados de crecimiento y en la adrenalina que me impulsa a crear mi mejor versión.

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Aquí ya mi carrera de coaching estaba más avanzada, tenía mucha proyección acerca de quien quería ser como coach y debía comenzar por una cosa: sacarme los miedos a exponerme y hablar en público. ¡Si! Aunque no parezca durante toda mi vida sufrí de miedo escénico, y parte de mi propósito en estudiar coaching era sacarme ese miedo, ya que, si de algo estaba segura, era de que llevando ese miedo conmigo solo iba a obtener los mismos resultados que ya había obtenido.

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¿Esta historia ha sido larga cierto? Jajaja. Y eso que esta resumida.

 

Me complace escribirla y darme cuenta de que mi mayor reto ha sido superarme a mí misma. Al poco tiempo de estar en Medellín, hice mi sueño realidad y materialice mi gran esfuerzo: CERTIFIQUE COMO COACH. No sé qué tan significante sea para ti lograr un objetivo, pero tener el título de Coach Ontológico Profesional en mis manos, simplemente cambio mi vida por completo.

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Llegar a este punto me hace sentir mucha Gratitud. Con Dios primeramente por darme vida y fuerzas cuando sentía que no podía continuar, por todas las personas que hasta hoy me he conocido en este camino y han sumado a mi vida, a mi madre que a pesar de repetirme ¡Estas Loca!, me ama y me apoya, a mi familia entera por creer en todos mis inventos, a diana por estar conmigo en las buenas y en las malas, a sandra por abrirme las puertas de su casa al llegar a Medellin, a mi escuela de coaching Axon Training donde conseguí formadores y personas extraordinarias, a Brinco Formación por creer en mi y abrirme las puertas y a Colombia por darme la oportunidad de crecer como persona y ser mi segundo hogar.

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Quiero que sepas que pase lo que pase todo estará bien, que la vida y tu mundo toman sentido cuando lo organizas desde lo más profundo de ti. Cuando sanas y perdonas tus tropiezos, cuando crees con mucha fuerza en tus talentos. No importa si todavía no lo haz logrado no importa si tienes miedo, no importa si haz comenzado muchas veces, lo que importa es que sigues de pie y quieres continuar. En este punto siempre necesitamos un cable a tierra, una persona que te acompañe a transitar los momentos difíciles y que te ayude a aclarar el camino.

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Hoy tengo una misión: acompañarte a ti a diseñar y construir tu mejor versión. Si algo he tenido claro durante todo este transitar, es que para poder ayudar a otros primero debía ayudarme a mí misma. Para poder hablarte hoy de inspiración, reinvención y de cumplir sueños y objetivos, primero debía probarlo en mi SER, en mi vida, en mi propio mundo. Y esto no termina acá, aun siendo coach sigo preparándome, sigo teniendo miedos, sigo mi camino con la ayuda de mentores con los que todos los días incorporo nuevos aprendizajes, el coaching que se convirtió en mi estilo de vida. Hoy sigo siendo humana y cometiendo errores.

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No olvides estas palabras: NADA ES IMPOSIBLE, si te enfocas y crees que puedes lograrlo.

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¡¡¡Si me leíste hasta aquí, simplemente GRACIAS!!!

Algunas de mis certificaciones

Axon Training. Año 2019

Coach Ontológico Profesional con aval de ICF.

Academia de Facilitacion y Liderazgo.

Certificación de Facilitadores Empresariales y diseño de experiencias de aprendizaje vivencial con aval ITC.

Universidad Jose Antonio Paez (CEUJAP)

Diplomado en Gerencia y Administracion.

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Mi Filosofía de vida

Mi filosofía nace de mi experiencia de vida. Hace mucho tiempo me dedicaba a hacer y tener y eso evidentemente me generaba resultados, porque no vamos a tapar el sol con un dedo, toda acción genera un resultado, pero sabes? muy en el fondo sentía un vacío de identidad. Mi llegada al coaching ontológico fue tan determinante que pude identificar que estaba llevando mi vida en sentido contrario, en tener y hacer y lo que alimentaba mi ser, estaba completamente vacío. A esto lo denomine el verdadero orden de las cosas. Cuando entiendes que todo lo que necesitas en tu vida es SER LO QUE DESEAS Y TE HAGA FELIZ, te alimentas de cosas y personas que te nutran y sumen a tu crecimiento, te enfocas en cada día ser mejor, en superarte a ti misma, en identificar el mejor rival en tu vida: TU MISMA.

La verdad es que puede que conozcas otra fórmula, yo hoy te invito desde mi experiencia y la verdadera formula que me ha funcionado con resultados que me han hecho trascender y que me han dado la oportunidad de estar en el aquí y el ahora creando este contenido para potenciar tu vida. Esta formula se resume en SER + HACER = TENER.

Desde mi interpretación, no existe la forma o la posibilidad de cambiar el orden de esta fórmula para ser feliz y cumplir objetivos, las veces que la invertí solo termine reaccionando a mi propio resultado.

Hoy de digo atrévete y se valiente, suelta lo que tengas que soltar, acepta lo que tengas que aceptar, cambia lo que tengas que cambiar y ya de una vez proponte SER TU MEJOR VERSIÓN. No le tengas miedo al fracaso ni la equivocación, se convertirán en tus mejores maestros. Prepárate para disfrutar del éxito con tu SER PODEROSO, abre tus brazos y lánzate al vacío, solo así podrás volar tan alto y tan fuerte como un águila. Si hoy no estás donde sientes que quieres estar, ya sea un trabajo, tu relación amorosa, tu carrera profesional, tu lugar de residencia o tu círculo de amigos, te invito a enfocar tus emociones y pensamientos hacia donde SI QUIERES. Hacer un cambio solo demora un segundo, y basta con tan solo tomar la decisión.

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